viernes, febrero 13, 2009

La Quinta Avenida, La Habana, Cuba






La Quinta Avenida


Por: Ciro Bianchi Ross - 14 de diciembre de 2008

a.. ¿Sabía usted que la casa del ex presidente Ramón GrauSan Martín, «la choza» que se construyó en Quinta Avenida esquina a 14,dispone de 19 cuartos de baño, sin contar los de los garajes y lapiscina, y que al menos su planta alta puede recorrerse completa, pasandode habitación en habitación, sin necesidad de tener que salir a ningúncorredor o pasillo? ¿Que en la casa de la condesa de Buenavista, en QuintaAvenida y 6, que mereció en 1929-1930 el Premio del Concurso de Fachadasdel Club Rotario, habitan ahora 23 familias, lo que la convierte en unacasa de vecindad en una de las mejores zonas residenciales de La Habana?

a.. ¿Que la iglesia Jesús de Miramar, en Quinta Avenida y80, es, en cuanto a área se refiere, el templo mayor de Cuba y el segundoen cuanto a capacidad para los fieles, superado solo por la Catedral deSantiago?

b.. ¿Sabía que esa importante vía se llamó en sus iniciosAvenida de las Américas?

c.. La Quinta Avenida se extiende desde el túnel que la conectacon la calle Calzada , del Vedado, hasta el río Santa Ana, en lalocalidad de Santa Fe. A partir de ahí se convierte en CarreteraPanamericana y llega a Mariel. Su trazado resultó decisivo para elfomento del reparto Miramar y también del Country Club Park y del repartoPlaya de Marianao, que se ubica entre Miramar y el Country. Las clasesadineradas salieron paulatinamente de la parte más vieja de la capitalcubana y construyeron sus casonas y palacetes en el Cerro y el Vedado.Más tarde emigrarían hacia el oeste, más allá de la boca del ríoAlmendares.

d.. En el diseño de la importante vía intervino el arquitectonorteamericano John F. Duncan, autor del monumento al presidente Grant,en Estados Unidos, junto al arquitecto cubano Leonardo Morales, graduadoen la Universidad de Columbia. Por eso se dice que Miramar, con susmanzanas rectangulares de 100 por 200 metros , se parece tanto aManhattan. Se erige, en su comienzo, la Fuente de las Américas. Más alláse encuentra el reloj, que es símbolo del municipio de Playa. A la alturade la calle 42 se halla La Copa, que da nombre a la zona, y que fuedonada por Carlos Miguel de Céspedes en sus días de ministro de ObrasPúblicas del dictador Gerardo Machado.


e.. Pese a su paseo central arbolado, la Quinta Avenida no esuna vía homogénea; cambia por trechos según su arquitectura y la época deconstrucción. Quizá el tramo menos parecido al resto es el que mediaentre las rotondas de las calles 112 y 120. Allí, en la acera sur, frenteal famoso Coney Island Park, existía un conjunto de bares, billares ycentros nocturnos como Panchín, Pompilio, Rumba Palace, El Niche,Choricera, Los Tres Hermanos, Pennsylvania, La Taberna de Pedro...construidos casi todos de madera, con piso de cemento y techos de zinc yque lindaban con lo marginal, pero que eran visitados por todas lasclases sociales.

f.. Pennsylvania era el escenario de la vedette Tula Montenegro, que lucía una anatomía descomunal. En algunos de aquellos tuguriosestaba Teherán, que había cosechado éxitos en el Cotton Club, deBroadway, junto a Duke Ellington y Cab Calloway, mientras que enChoricera, El Niche o en Los Tres Hermanos, y ocasionalmente en el RumbaPalace, montaba Silvano Shueg Hechevarría, el célebre Chory, «el artistaque se anunciaba solo», sus espectáculos escalofriantes con aquellamúsica que sacaba de timbales, sartenes y botellas vacías.

g.. Delante de esos centros nocturnos, en la misma acera, sealzaba todo un tinglado de puestos de frita. Uno al lado del otro. Lo quehizo que la zona fuera conocida como Las Fritas de Marianao. Detrás,disimulados por los ficus, había un número impreciso de posadas yprostíbulos. Uno de ellos, muy famoso, a la altura de la calle 112, sellamaba La Finquita.

h.. Ya nada de eso existe. Desaparecieron muchos de aquelloslocales o se convirtieron en los años 90 en cafeterías de comida rápida,identificadas por una estridente pintura de rojo catchup y amarillomostaza. Dice el arquitecto Mario Coyula: «Quizá buscando una cubaníaextemporánea y forzada, o como reflejo de la ruralización creciente dela capital, el Rumba Palace ha sido tocado con una empinada cobija deguano, a manera de sombrero campesino».

i.. Más allá de lo anecdótico, algún día habrá que valorarcuánto deben el son y la rumba, y la rumba de cajón, a aquella escuela demúsicos populares y a ese escenario imprescindible que para la músicacubana fueron Las Fritas de Marianao, de la Quinta Avenida.





La casa verde

a.. A comienzos del siglo XX lo que andando el tiempo sería elreparto Miramar era un inmenso potrero. José Manuel Morales, propietariode la finca La Miranda , colindante con el Almendares, solicitó delAyuntamiento la licencia pertinente para urbanizarla, permiso que se leconcedió en 1911. Pero Morales sufrió serios contratiempos y no pudoculminar su empeño. Pasaron sus tierras, en 1918, a manos de RamónGonzález Mendoza y José López Rodríguez (Pote), quienes dieron impulso ala urbanización. Tampoco la verían con cluida. Pote se suicidó el 27 demarzo de 1921 y González de Mendoza murió poco después, el 18 de abril,de pulmonía. La parte correspondiente a Pote la adquirió entonces el expresidente Mario García Menocal. b.. Ya en 1925 se le consideraba una ciudad jardín, con unaarquitectura eminentemente doméstica en la que sobresaldrían, tras el finde la II Guerra Mundial , ejemplos antológicos de lo que se llama elMovimiento Moderno en la arquitectura. A juicio de especialistas, sinembargo, allí se cometió un grave error urbanístico. El afán de lucro yespeculación llevó a los promotores del reparto a parcelar y vender lazona más aledaña al mar, lo que hace que el paisaje marino se aprecie coninterferencias. Eso no hubiese sucedido si el Malecón hubiera podidocontinuar extendiéndose hacia el oeste. Curiosamente, salvo una parte deMiramar, ni siquiera los barrios más elegantes del municipio de Playaestán conectados al alcantarillado y dependen de fosas y tanques sépticospara la deposición de albañales.

c.. «Miramar es posiblemente el barrio de La Habana que másveces ha cambiado en los últimos 40 años. Al quedar prácticamente vacíopor la salida en masa de la burguesía, muchas mansiones fueron adaptadascomo escuelas y albergues para estudiantes de todo el país que habíanrecibido becas del Gobierno Revolucionario; y la Quinta Avenida conocióun nuevo paisaje con niños uniformados marchando por su paseo central. Enla medida en que se fueron construyendo escuelas, esas casas se vaciaronnuevamente, dejando dentro en muchos casos a las personas que habíancuidado de los niños, que fueron llamadas tías...

d.. «Se extendió el uso de las casas más importantes porembajadas y residencias diplomáticas; otras fueron dedicadas a viviendaspara técnicos extranjeros; y muchas se fueron adaptando, más o menosadecuadamente, para oficinas estatales y centros de investigacióncientífica. Pero al mismo tiempo los apartamentos y casas menos lujosasse entregaron a cubanos, dentro de un estricto control por laadministración de Zona Congelada, introduciendo una mezcla social antesdesconocida en estos repartos», escribe el arquitecto Coyula.

e.. Una casa ahora en restauración, a la entrada de la QuintaAvenida , llamó poderosamente la atención de los habaneros a lo largo delas últimas décadas y entró en el imaginario popular. Es la llamada casade las tejas verdes, único ejemplo del estilo renacimiento alemán queexhibe la ciudad. No era su estilo lo que atraía la curiosidad, sino sudeterioro. Aquel inmueble se iba degradando hasta límites insoportables.Como se desconocía quién la habitaba ni por qué se había permitido quellegara a tal grado de abandono, la gente dio al asunto la explicaciónque creyó más oportuna.


Así, se dijo, la casa verde había sido construida por Potey en ella se había suicidado el acaudalado banquero y negociante deazúcares. Ninguna de las dos afirmaciones es cierta. La casa se edificóen 1926, cinco años después de la muerte de Pote, que se privó de lavida, colgándose del tubo de la ducha, en la residencia que se habíahecho construir en el espacio donde después sus hijos construirían eledificio López Serrano.


Cuando resultó imposible seguirle adjudicando a Pote lacasona de Quinta y 2, la leyenda popular se la atribuyó a Carlos Miguelde Céspedes. El astuto y eficiente funcionario machadista la habríaconstruido para su amante, Esmeralda. Así, se decía, él, que estabacasado, podía verla desde Villa Miramar, la casa donde se encuentra elrestaurante 1830, del lado de acá de la desembocadura del Almendares. Nocree este escribidor que la visión fuese posible a tanta distancia;además, Esmeralda tenía casa, puesta por Carlos Miguel, en Malecón. Detodas formas, el rumor persistió y queda como expresión de uno de losgrandes amores de la Cuba republicana. Los ojos verdes de Esmeraldaconvirtieron a su amante en un fanático de todo lo verde. Con tinta deese color firmaba los documentos oficiales en sus tiempos de ministro,cuando resultaba obligatorio hacerlo con tinta negra.


f.. La casa de Quinta Avenida esquina a 2, obra del arquitectoJosé Luis Echarte, fue mandada a construir, para vivirla con su esposa,por Armando de Armas, Cocó, un individuo que fue mayordomo de Palaciodurante los dos períodos presidenciales del general Menocal. Seestableció luego el matrimonio en Francia y la casa verde pasó apertenecer al oculista Pedro Hechavarría y su esposa. Se separó lapareja; el médico radicó su consulta privada en 17, 306, en el Vedado, yla señora quedó sola en aquella mansión, sin recursos suficientes parasacarla adelante o siquiera detener el deterioro. Allí, como un personajede Los sobrevivientes, la película de Tomás Gutierrez Alea, residióhasta su muerte.


Música de fritas

a.. Allí sonaba lo más estridente, lo más arrebatado, loque de verdad hacía gozar. A Las Fritas de Marianao dedicó Jorge Mañachuna de sus Estampas de San Cristóbal y sirvieron de escenario a unreportaje apasionante de Lino Novás Calvo que en buena medida pareceescrito para hoy mismo. «Con un carácter impuesto por lo popular y hastapopulachero, la zona de la playa de Marianao se convirtió en otro foco dela vida nocturna habanera», escribe el musicólogo Leonardo Acosta.

Por sus precarios escenarios pasaron figuras como Benny Moré, Antonio Arcaño, Arsenio Rodríguez, Zenén Suárez, Carlos Embale,Tata Güines y, se dice, un muy joven Juan Formell con su amigo Changuitoy decenas de artistas no tan conocidos como Evelio Rodríguez, El TrovadorEspirituano, la «sevillanita» Obdulia Breijo o el olvidado travestiMusmé.

Mucho contrastaban aquellos centros nocturnos de mala muertecon los clubes que abrían sus puertas al norte de la Quinta Avenida ,algunos de ellos muy exclusivos, como el Habana Yacht Club. Pero allíestaban. No había más que cruzar la calle para insertarse en la aventura.


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